Diversos sectores protestan.
¿Cuál es la solución?
El gobierno en Chile está en su peor crisis política en democracia: le ha llevado a perder el apoyo ciudadano -al igual que la Concertacion- y no aparecen soluciones a las demandas de múltiples sectores, tras meses de protestas en todo el país. Este, es un análisis crítico del panorama.
El presidente trata en vano de aplacar el descontento mediante el incremento de subsidios, ayudas y hasta cambios en el gabinete. Sin embargo, la agitación continúa. ¿Por qué?
Las soluciones del gobierno tienen 3 aristas: lo político, añadiendo parlamentarios a los ministerios dando experiencia de negociación a su gobierno; lo segundo es de corte económico, inyectando dineros a los problemas públicos, y lo tercero es manejo comunicacional, recurso que la ciudadanía nota, se da cuenta, pues los medios oficiales poco y mal informan el trasfondo del problema, mucho es lo que hacen por ensuciar el movimiento, y hablar de lo que realmente sucede, en medio de paros, protestas, huelgas de hambre, abusos de poder, etc. por razones más que justificadas, pues la gente no pide millonarios recursos para endeudarse más, lo que quiere es un cambio de fondo: que haya un rol del estado más potente, no más becas, créditos, bajas de interés o subsidios, se pide educación de calidad y gratuita, para igualdad de oportunidades. Pero el gobierno no quiere entender.
El costo es: baja aprobación para ambas partes, tanto para el actual gobierno, como para la oposición: el descontento está instalado con todas las clases políticas, una ruptura, y los políticos deben tomar conciencia, pues no responden a las demandas ciudadanas. De hecho, el principal problema de esta ruptura es que el gobierno se escuda culpando de errores a la Concertación, la cual ya no gobierna, se adjudica los logros de Bachelet cuando puede (como las viviendas construidas en su Gobierno, pero inauguradas en el Gobierno de Piñera, entre varios otros) y no reconoce que, frente a la clara postura del 80% de Chile -que apoya el movimiento y los cambios propuestos por los estudiantes- podría salir como un gobierno realmente respetado, aprobado, airoso, habiendo hecho un cambio real en Chile nunca antes visto, pero al parecer, no hay voluntad de hacer este cambio. Se necesita una nueva forma de hacer las cosas, con compromiso hacia la ciudadanía, no con promesas electorales para después sólo desilusionar. (Véase la foto del diario adjunta)
Examinemos la evidencia de las quejas de Chile: Varios estudiantes se encuentran en huelga de hambre, y junto con la violencia excesiva usada por Fuerzas de Carabineros están en el ojo de la UNICEF: la cual ya se manifestó preocupada y en contra de estos problemas. Respecto a las profundas críticas sobre el modelo liberal y capitalista político, económico y social de Chile, en el cual el gobierno de Chile tiene un rol mínimo, prácticamente no hay regulación ni fiscalización, y la estructura jurídica favorece muchísimo a la empresa privada, la evidencia es contundente:
2. Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a las naciones más ricas del planeta, sólo Estados Unidos supera a Chile como el país en donde las familias deben gastar más dinero para pagar la educación (¡cuek!). En ninguna otra parte del mundo ocurre esto: las Universidades sobreviven dando una educación de baja calidad, con la inyección de recursos del Estado. Y dado que es un bien de consumo, se puede y se debe reclamar por el mal producto (pues en efecto, nadie paga caro algo de mala calidad)1. En educación superior, una Universidad “X” hace poca o nada de investigación, invierte lo mínimo en recursos reales para sus alumnos y no hay un control o regulación de los precios que cobra en el mercado: en sólo 3 años, perfectamente el costo de una mensualidad sube desde más de un sueldo mínimo ($200.000 pesos) a $250.000 o más. Y si un futuro “profesional” es evidentemente mal estudiante, no importa: el objetivo del negocio es que siga dentro, estudiando, pagando, y finalmente es titulado. De esto hablamos, entre otras cosas, con la mala calidad de la educación producto de que la ecuación está regulada por intereses de mercado.
3. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en el terremoto del 27 de Febrero del 2010… ¿Porqué? Sencillo: hay que preguntarse en que Universidad estudiaron y como es que logran construir constructoras con tan mala calidad de edificación, pues en efecto, por un lado muchas construcciones están aún sin daños, mientras otras, colapsaron, dejando al descubierto: su pésima ética, mala calidad de la construcción, no respondieron al daño provocado (muchas de ellas literalmente se esfumaron) y nada les pasó… curioso, pero eso nos habla de que “el gobierno de Chile tiene un rol mínimo, prácticamente no hay regulación ni fiscalización, y la estructura jurídica favorece muchísimo a la empresa privada”.
4. En salud, los datos son reveladores: Chile nuevamente es una economía brillante de América Latina en lo macro, pero con niveles aberrantes de desigualdad. La agrupación ciudadana “Salud un Derecho” calcula que los aportes de las familias chilenas –con los obligados descuentos por concepto de salud- financian un 40% del sector salud, mientras que en los países de la OCDE el promedio es de 19%.
5. Y no dejemos de mencionar el medio ambiente: Isla Riesco, ya aprobado, significa muchísima contaminación por medio de extraer carbón de forma contaminante y que contaminará irreversiblemente el medio en las termoeléctricas que lo usarán… asimismo, está Hidroaysén, proyecto absolutamente innecesario, pues sólo la energía mareomotriz es suficiente para alimentar las necesidades en Chile… y por supuesto ni mencionar la venta de nuestras semillas nativas a Monsanto, para que esta empresa después cobre derechos de propiedad intelectual a nuestros campesinos, y luego les obligue a comprar y usar semillas transgénicas, alimentando Chile con frutas y verduras que producen cáncer, malformaciones congénitas, entre otras graves enfermedades.
Más aún, el gobierno no quiere entender que el problema es estructural, no es de educación, de salud, medio ambiente, vivienda, alimentación, etc: el cuestionamiento de la ciudadanía se centra en el modelo económico y político que conviene a unos pocos poderosos privados y a las transnacionales, pero no a Chile. Mas bien el Gobierno insiste en culpar a la Concertación, que insistimos, ya no gobierna, en lugar de aprovechar la oportunidad para un cambio real y conveniente a todos, tal y como se prometió.
¿Soluciones?
Las autoridades apuestan al diálogo, aunque poco, y en eso el movimiento estudiantil y social, hay que decirlo, condiciona el diálogo con compromisos y condiciones para que se cumplan las demandas.
Se ha planteado ya un cambio constitucional mediante plebiscito, realizar asamblea constituyente, o bien establecer medidas para que exista presencia del Estado en la regulación, fiscalización y estructura del país.
También es cierto: faltan los jóvenes ciudadanos participando activamente, pues Chile es uno de los países con menor participación de los jóvenes en elecciones (sólo 22%) a diferencia del 58% que demuestra el resto de América Latina (Esto según Latinobarómetro).
Y todo tiene un costo: el Estado tendría que elevar en 1,6% del producto interno bruto chileno -US$4.000 millones- para el aporte que hace en educación; y para esto, o se hace una reforma tributaria para tener más ingresos, o regulamos lo que las empresas extranjeras ganan con nuestro cobre, con impuestos reales a dichas empresas, que ganaron sólo el último año 2010, aproximadamente $34.000 millones de dólares (sí, 34 mil millones de dólares, no está leyendo mal): Esto, hubiese servido para 8 años de educación gratuita para los chilenos… ¿Se puede?, ¿O se reclama demás? Juzgue Ud. Mismo. Infórmese, opine, y sobre todo, hagamos algo al respecto.
Sugerencias: Véase las noticias de Monsanto, Isla Riesco, Hidroaysén, la situación del Cobre en Chile.
Links en orden respectivo:
http://tuspropiasnoticias.blogspot.com/2011/08/la-situacion-del-cobre-en-chile.html
Un curioso video: el llamado de Piñera en tiempos de campaña...
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