Gobierno- Estudiantes: Una reunión de pocos frutos.

Luego de la  reunión entre estudiantes y el gobierno con el Presidente Piñera a la cabeza, Giorgio Jackson señalo que si bien “…la prensa informa que la reunión fue un éxito, en realidad fue un espacio bastante insípido. Se repitieron planteamientos previos y se avanzó poco”.

Es muy difícil para Chile abstraerse del horrible accidente aéreo de Juan Fernández, pero este suceso –hay que admitirlo- tiene a la prensa  informando mal a Chile de la reunión entre estudiantes y el Gobierno: Giorgio Jackson señalo que familiares de 2 de los miembros de su movimiento político, la Nueva Acción Universitaria (NAU) iban en el avión, algo no muy informado por prensa oficial, ni tampoco que, según isleños de Juan Fernández, los 4 cuerpos encontrados en el comienzo del rescate fueron hallados no por las fuerzas enviadas al lugar, sino por los mismos isleños en sus esfuerzos particulares.

Pero en medio de la tragedia que nos enluta, el sábado 3 de Septiembre tuvo lugar la reunión clave de los representantes de los estudiantes en La Moneda. Luego de la reunión, Jackson aseguro que “la pelota ahora está del lado del Gobierno”, y asegura que:

1. El Gobierno empezó mal, manteniendo las mismas propuestas anteriores sin novedad, en una conversación donde cada parte mostró su propia postura; pero la expectativa para  algo como esto era mayor, no sólo para los estudiantes, sino para las familias chilenas que llevan 4 meses pidiendo ser escuchadas. No sirve la reunión sin demostrar concretamente que se puede confiar.
2. Respecto a las demandas del movimiento, la oferta del Gobierno fue sólo mantener los 21 puntos de la propuesta anterior. En prensa oficial se dice que se contesto a los 12 temas estudiantiles, con supuesto acuerdo en 8 temas, pero la verdad sólo existe acuerdo parcial en 4 o 5 puntos. La prensa oficial desinforma diciendo que la reunión fue exitosa, pero fue un espacio bastante insípido. Se repitió planteamientos y se avanzó poco, tanto en contenidos como en un método para la mesa de trabajo que satisfaga garantías solicitadas por los estudiantes.
3. Los 4 o 5 puntos de acuerdo son: (1) El asegurar gratuidad para los dos primeros quintiles. (2) Que las becas signifiquen gratuidad, sin pagar más del arancel de referencia, aunque con poca claridad en cómo se resolverá las diferencias. (3) También ya que Piñera dijo frente a los rectores de la Universidad de Chile, de Santiago y Católica, que se reducirán o como mínimo congelarán los aranceles que pagan los estudiantes, por medio de aportes basales, (4) el movimiento entiende eso como un compromiso y se espera se haga efectivo a la brevedad. (5) el Gobierno esta abierto a la posibilidad de retirar a la banca privada del sistema de créditos... pero se necesitan garantías para que sea efectivo, incluyendo: congelar los proyectos de ley existentes y que lo estudiantes tengan un espacio de trabajo con poder de tomar decisiones.

De parte del Gobierno se espera: la garantía de un espacio para solucionar en conjunto el conflicto, dándole la importancia que merece el tema… porque, si el tema es prioridad, necesitamos iniciar ahora el trabajo, con tiempos definidos y garantías básicas. De hecho, están despachándose leyes al Congreso, pero éstas no son fruto de una discusión, porque el Gobierno se desentiende y le pasa la pelota al parlamento: y allí se dilatan los plazos y las responsabilidades. A juicio de Jackson: “Este movimiento ya aprendió de la decepción del 2006, y hay que tener en cuenta que la mayoría de los parlamentarios son los mismos que entonces”. (¿Necesitaremos una clase política totalmente nueva?)

Quedan grandes incógnitas:

1. ¿Cómo se va a dar una conversación en la que cualquier opinión diferente a la del Gobierno en estos temas… no vale, no es escuchada? El Gobierno evade su responsabilidad en solucionar el conflicto.

2. Si lo que desea el Gobierno es esconder sus posturas ideológicas donde prefieren el lucro, el mercado, y con ello perjudicar al que no puede pagar, como sucede hasta hoy en Chile, ante una enorme mayoría que opina distinto, y quiere cambios de fondo, entonces este Gobierno no sólo no es “una nueva forma de gobernar”, sino que NO nos representa como país.

3. Se espera que no se envíen leyes sin conversar sobre esos mismos temas con los implicados: la gente quiere ser escuchada. Que se establezcan plazos, prioridades, garantías –lo que pide el movimiento estudiantil- es lógico, obvio, no es más que sentido común. Es lo que merece la ciudadanía que ya no quiere que le sigan pasando gato por liebre con acuerdos que finalmente sólo son más de lo mismo.

4. La disposición del movimiento estudiantil es clara y de público conocimiento: hacer lo  que sea necesario para avanzar en soluciones y terminar el negocio con algo que es un derecho, y lograr una educación integradora, de calidad y garantizada por el Estado: porque hoy el sistema es injusto y segregado, nos arruina como sociedad.

5. Las movilizaciones no pararán sin garantías y soluciones: que la gente se movilice significa que está luchando por algo que le importa. El movimiento insiste: cuando el Gobierno asegure Chile la posibilidad de conseguir educación de calidad y con igualdad de oportunidades, las movilizaciones pasarán a otra etapa.

6. Lo mínimo para pasar a otra etapa es: un giro en las políticas educativas de los últimos 30 años. Chile está entre los países más segregados del mundo, donde el Estado casi no participa, y se basa todo en la lógica absurda del mercado. “Si tienes plata, puedes, si no, no puedes; la educación es para quien tiene dinero, no para quien puede y tiene vocación”. Esto es lo que se desea cambiar. Ahora, la pelota de la responsabilidad está del lado del Gobierno y Chile espera su respuesta para poder confiar.