Cerrazón… La mayoría de los que enferman de alcoholismo o consumo problemático de otras drogas, y también no dejemos de mencionar el orgullo (sobre todo el orgullo intelectual) enferman también de cerrazón, ¿De qué “enfermedad” estamos hablando?
La cerrazón se constituye cuando el EGO enferma: aunque no es una patología registrada, puede serlo pronto, por tratarse de un padecimiento psicológico. Así como existen neuróticos, depresivos, paranoicos, también los hay “cerrazónicos”: gente con una mente crónicamente cerrada.
Los primeros síntomas son: ser presumido y con caprichos autoritarios, y no importa su edad física, tiene no un mal entendido pensamiento tradicional, sino mas bien pensamiento primitivo, obstruido, es la enfermedad de la vejez mental. La persona cree haberío visto todo, saberlo todo, y en especial cree poder argumentarlo todo, convirtiéndose en relativista, se convierte en una persona soberbia, altanera e impaciente, ególatra, enseña sus conocimientos jactándose, disfruta señalando los errores de todos los demás, cuando le aconsejan se irrita y cuando le dan una crítica se siente agredido, atacando con ferocidad.
Ejemplos de casos concretos: Madres aprensivas que se la pasan corrigiendo y enseñando a todas las demás: sólo ellas saben de salud infantil; el caso de varones que ante la más mínima “agresión” de un conductor se bajan del auto y le golpean; se sienten dueños del mundo, con el derecho de dar lecciones a todos, que quieren educar al mundo entero para que no existan los incultos ni los indios; personas que manipulan y amedrentan a todo aquel que piense distinto, que ridiculizan el éxito de aquel que triunfo, diciendo que ellos podrían haberlo hecho mucho mejor.
Es cierto, todos somos a veces un poco cerrazónicos, como todos a veces somos un poco neuróticos, depresivos, en general por una adaptación de defensa en este medio ambiente muchas veces hostil; sin embargo, existen niveles normales y anormales (pues aunque algunos cuestionen que es anormal o normal, es obvio que el problema no es si existen estas realidades, sino como reconocerlas). Cuando la cerrazón es crónica, la persona no puede ser ni sana ni normal, porque (mucho OJO):
1. “Una persona con este padecimiento atemoriza y arrincona a su propia familia, “haciéndoles creer que son culpables de los pecados que él mismo hace”, posee gran talento para hacer sentir mal a todos remarcándoles sus fallas y criticando destructivamente y sin asertividad. Además, cuando las personas dañadas están en crisis y son evidentemente dañadas, tiernamente y con dulzura les consuela, creando así confusión emocional. La familia piensa que siendo como él les ordena y soportando su mal carácter todo cambiará, prefieren no alterar la calma, estar callados y consentir los caprichos dictadores. Miles de esposas se adjudican las responsabilidades que ellos dejan botadas, justifican y aún más, protegen al enfermo cerrando también su propia mente, y en alguna medida enfermando con él.”
2. Frente a Dios, los cerrazónicos rechazan toda relación con Él y se burlan de los que sí tienen espiritualidad verdadera estigmatizándolos de santurrones e ingenuo, y otros por su parte son extremadamente religiosos y con su supuesto “libro de reglas” en la mano condenan y juzgan a los demás sintiéndose "la cuarta persona de la Trinidad'.
3. ¿Cómo solucionamos un problema así? Lo que sirve y ayuda a un enfermo cualquiera en recuperación es tener familia, un trabajo, amistades que defender y conservar, y por supuesto aprender en un buen lugar (en terapia, en la iglesia, en un grupo de autoayuda, etc.) a conocerse para desarrollarse y lograr ser todo lo contrario:
Tener mucha humildad y verdadera.
Reconocer los propios errores sinceramente y sin forzar.
Saber pedir perdón de corazón.
Investigar, escuchar con interés, aprender siempre de todo y todos.
Sacar lecciones y conclusiones humildes de cada hecho bueno o malo.
Observar y contemplar con sencillez.
Ser paciente, es decir, tener paz en el corazón y ciencia en la mente (paz-ciencia= paciencia).
Ser comprensivo y asertivo.
Ante los consejos y críticas constructivas de otros, saber cambiar.
Ante las críticas destructivas, decidir libremente no tragarse los venenos ni responder las agresiones de los cerrados.
ESTE RESUMEN ¿NO ES DEL LIBRO VOLAR SOBRE EL PANTANO? DE CARLOS
ResponderEliminarAllí fue donde leí este terminó por primer vez.
EliminarPosiblemente fue Carlos Cuatemoc quien utilizo este término en ese libro motivacional
ResponderEliminarPosiblemente fue Carlos Cuatemoc quien utilizo este término en ese libro motivacional
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