AMOR

7 claves para una relación de pareja 

Si colocamos una mesa que necesita tener 7 pilares, pero intentas sostener dicha mesa con pilares incompletos o en número insuficiente... no funcionará: no arriesgarías en ella, como una enorme “empresa”, tu futuro, conyugue e hijos, ¿verdad?, pues bien, este aporte fue pensado para que tanto ellos como ellas tengan un norte claro al cual apuntar al momento de evaluar su relación de pareja y así evitar un doloroso desenlace... El amor trascendente tiene 7 características fundamentales:

Clave Nº 1: Intimidad Emocional.

Intimar emocionalmente significa comunicación profunda: compartir sin maquillaje ni selección todos los sentimientos; hablar con el corazón de nuestras dudas, miedos, ambiciones, sueños, afanes, alegrías, penas, al confesar errores del presente y del pasado, cuando descubrimos en la persona amada su lado oculto y secreto, viéndolo como realmente es:  se crea confianza.

La intimidad emocional significa confianza, complicidad, unificación, alianza, acoplamiento. Cuando esto existe, hay una rápida interpretación del lenguaje corporal, se detecta el estado de ánimo del compañero (desapercibido por los demás) sin palabras de por medio. Cuando se usan palabras, se hace de manera única y especial, en un nivel de integración y unión distinta al que se da en comunicación con los demás. Las riñas se disuelven rápido, porque al discutir se procura no causar daño ni herir. La "verdad" es lo común entre 2 personas con intimidad emocional. Por su trato mutuo, la autoestima se ve muy favorecida, y saben darse su lugar el uno al otro, demostrarse aprecio y confianza sin límites. La comunicación profunda permite no volver a sentirse solo, da sentido a su mundo interior, propicia un Universo exclusivo y, finalmente, cuando se alejan, piensan y hablan bien de su pareja. Este último punto es un barómetro interesante pues, aunque puedas fingirle cariño a alguien, en la soledad tú sabes muy bien qué es cierto y qué no lo es. De modo que si al alejarte físicamente de tu novio o novia juzgas a tu pareja como tonta, inmadura o torpe, te ríes un poco de su recuerdo y, en ocasiones, hasta compartes esa burla con tus amistades o familia, no hay intimidad emocional. Millones de matrimonios pasan su vida sin verdadera intimidad, hablan sólo de asuntos superficiales y vanos: los niños, el trabajo, los problemas de la casa, la economía... al ocuparse de lo evidente ante los ojos, olvidan lo fundamental, y así, su relación de pareja se desvanece, se pierde.

Se dice que los hijos unen el matrimonio, pero esto suele ser una gran mentira. Los hijos distraen a los cónyuges: es una excelente excusa para evadirse mutuamente, ahora hay problemas nuevos en qué entretenerse. Al nacer los niños, también nace una integración conyugal, pero forzada, y cuando los hijos crecen y se van se dan cuenta de que los mantuvo unidos durante todos esos: los hijos. Entonces… ridículamente, después de sacar un hogar con sacrificios, y de toda una vida compartida, al estar solos prefieren divorciarse física o mentalmente… ¿Por qué? Porque nunca hubo intimidad emocional. Su unión fue hueca, falsa, fingida. Un teatro para el resto con la finalidad de hacer creer a los demás que había amor; pero eso no sólo no funciona, sino que consume lo único que tenemos: nuestra vida.

Clave Nº 2: Correspondencia Intelectual.

Las personas también están hechas de lo que piensan. Para nutrirse mutuamente, se requiere de correspondencia intelectual que permita puntos de vista complementarios. Las personas pueden tener la capacidad de comunicarse íntimamente, pero si no poseen una manera similar de pensar respecto a los puntos fundamentales como: trabajo, valores, creencias, el sexo, etc., la consecuencia será que la educación de los hijos, el tiempo libre, la organización familiar, etcétera, al no enriquecerse en su convivencia, terminarán excluyéndose el uno al otro, de gran parte de sus actividades.

Mucho alimenta la llama del cariño el sencillo hecho de aportar ideas valiosas, desapercibidas para el otro.

Por cierto: en la medida en que te ames a ti mismo, podrás también amar a tu pareja, y la autoaceptación es un concepto que se da en la mente, y esto a su vez depende de la madurez emocional e intelectual, que permite, a su vez con una voluntad madura (no endeble) aceptarse, amarse, y luego aceptar y amar la individualidad e independencia de la pareja; así, se evitan celos, ser egoísta con la pareja y por supuesto la posesión. Es el juicio sereno y claro el que perdona, es condescendiente, da nuevas oportunidades de corazón, aceptar y no critica por los errores y estar dispuesto a permitir imperfecciones propias del ser humano en crecimiento y desarrollo.

Es el cerebro adulto que ha madurado quien tiene el sentido de compañerismo y fidelidad, pues los verdaderos valores no vienen de prejuicios sino de un pensamiento inteligente. Esto se ve claramente en culturas con sabiduría milenaria como la cultura china de Confucio, Buda y por supuesto: Jesucristo. El nivel de desarrollo del espíritu obedece a la madurez.

La pareja con afinidad intelectual tiene mucho que compartir: lleva un ritmo de lectura común, un estudio similar, afinidad para trabajar y crear, se complementan en armonía, crecen y se ayudan recíprocamente. Los novios capaces de estudiar y hacer sus trabajos juntos obtienen una relación más fuerte que otras parejas.

Clave Nº 3: Química Corporal.

Si con tu pareja hay comunicación profunda, es tu amiga; si además complementan ideas, es una compañera; si además hay atracción química, entonces podrá sin lugar a dudas ser tu amante. ¿Qué significa esto? no es simple gusto corporal: es frecuente ver hermosa (o) a alguien sin sentir mayor interés (excepto cuando hay demasiado morbo de por medio, pues en ese caso, cualquier caso incluso excita, tenlo por seguro). Lo que enciende de verdad el magnetismo entre 2 personas no es un fenómeno físico sino químico: y se da entre algunos; de hecho, tal vez no se trate de gente bonita, pero la atracción química les hace arder con lo rico que entre ellos sí se detectan. En estos casos, a las personas no les importa que piensen otros del físico de su pareja porque se sienten a gusto juntos porque se gustan: y atención, hay de todo, pues en efecto hay mujeres que literalmente señalan “entre más feo y hediondo sea el varón, más atractivo es”, mientras que otras señalan que “entre más lindo de cara, rubio y de ojos azules, más atractivo”, en fin, ¡hay de todo! Eso es definitivo. De hecho, el prototipo que vende el mercado es sólo eso: un prototipo, pero no se corresponde necesariamente con al realidad, por eso, una mujer puede resultar sumamente espectacular siendo rubia, o siendo morena, o siendo trigueña, etc. con distintos físicos, y es debido a que “Hay para todos los gustos”, tanto en varones como en mujeres.

Lo que atrae es la voz, los olores, los colores, las acciones, el andar, la forma especial y única de ser del compañero. Esto se da espontáneamente, sin que se planee. Así, si descubres una afinidad química natural con tu pareja, lucha por conservarla: pues no es suficiente con que aparezca al principio: se puede perder con el tiempo, ¿Cómo?: cuando se descuidan, viven mal vestidos y malolientes, con mal aspecto, etc. Porque esto apaga la llama de la pasión.

Otro dato: nada atrae más a un hombre que una mujer dulce y femenina. A una mujer,  por su parte, nada le atrae más que un hombre varonil, caballero, respetuoso, fiel, que sabe comprenderla.

Clave Nº 4: Carácter que permite complemento.

Cuando tu forma de ser en cuanto a tu carácter, -llamémosle sin tecnicismos- es mas bien tímido y reservado, te conviene alguien extrovertido; un generoso necesita del equilibrio de alguien mas bien ahorrativo; el competitivo será feliz con un cooperativo; aquel que gusta de reservar su opinión estará feliz con alguien comunicativo; una persona de carácter fuerte, necesitará de alguien paciente y dulce, pues lo contrario conduce a constantes peleas.

Así, lo que este punto señala con claridad es que 2 personas de carácter similar en vez de complementario, chocarán constantemente; en cambio, en el complemento se enriquecerán. Esto, es la fuente de muchos conflictos en los matrimonios y parejas en general, pues la falta de este cimiento hace que, por ejemplo, ambos quieran hablar mucho, ambos gasten demasiado, o que ambos choquen y discutan: ninguno se atreve a poner  equilibrio y mesura de carácter.

Clave Nº 5: Estilo de Vida similar.

Aquí es cuando influyen las características socioeconómicas y culturales de las familias de origen. Cuando se parecen sus hogares anteriores, existe mayor compatibilidad en hábitos y cultura: esto permite un acuerdo en: la educación de los hijos, cómo vivir, dónde vivir, qué comer, los valores a transmitir a su familia, que hacer en el tiempo libre... También es fuente de problemas si uno tiene vicios y el otro no, si uno es naturista y el otro gusta de asados, si uno lleva una fe y el otro es ateo, si uno es deportista y el otro no le gusta, si uno detesta estar encerrado y el otro adora estar en su casa, en fin, la lista de casos en infinita.

            Un último dato: las estadísticas señalan que los matrimonios más felices y duraderos son los que comparten su fe y llevan un desarrollo espiritual armónico. Parece un detalle, pero en la familia es una enorme garantía de éxito.

Clave Nº 6: Vida independiente.

Este punto implica muchas cosas: debido a que somos personas autónomas y no “siameses de otro”, necesitamos metas personales, nuestras propias actividades creativas y, aunque todo se comunica y decide en conjunto, la pareja necesita luchar por sus propias metas separadamente. Cuando un miembro de la pareja hace funcionar su felicidad, realización, y en definitiva su vida en función del otro, se produce una relación asfixiante que se parece a la de un niño con sus padres. Finalmente, esto significa que cada uno necesita su propia “profesión” y objetivos de realización individuales. Tener una vida en la que se hace lo que se ama, sin depender de la pareja, resume este punto.

Clave Nº 7: Compromiso fiel y perseverante.

            Para entender que significa, pondremos un ejemplo desde el cristianismo: Dios –enseña la fe cristiana- no es que “le nazca” amar al hombre: Él lo hace con carácter, es un amor maduro, que implica compromiso, incondicionalidad, y sobre todo voluntad. No es que Jesús se sacrifique para apaciguar a un Dios severo y malo que quiere destruirnos o castigarnos: es exactamente al revés: “Porque tanto amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo, Jesucristo, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, sino que tenga vida… eterna”. ¿Qué significa este verso?: Dios nos amó primero, y de ahí, nace todo lo que la fe cristiana llama “plan de salvación”, incluido el amor y el sacrificio de Jesús.

Así mismo, es necesario que tanto varones como mujeres se comprometan con total voluntad a amar: el amor no siempre nace, a veces incluso –y es de lo más habitual- mengua, es decir, decrece, pero cuando existe compromiso, se puede: es cuando hay madurez como para decirse mutuamente “SÍ” y a nadie más cuando una relación funciona. El matrimonio no es un invento burgués pasado de moda, es un valor, un diseño, un plan, que se transformó en parte habitual de nuestra cultura obviamente, pero no es “sólo cultura” (esto sería hacer una reducción de un “valor” a una mera “explicación antropológica” o sociológica) el matrimonio es el más inmenso resultado de alguien que, de necesitar ser amado, ama, y que con voluntad, desea dar, no necesariamente recibir (me refiero a “dar” los hijos), esto es fruto de alguien que quiere encontrar una vida, tener su propio espacio de aportes, de la mano de su pareja. Nada de esto es posible en medio del egoísmo, infidelidad, pequeñez mental, del vaivén emocional, y de la indiferencia: antivalores de nuestra sociedad, que han puesto en jaque nuestro crecimiento personal y por ende, al matrimonio.

            Se necesita tener los pantalones muy bien puestos para ser consecuente, y comprometerse, pues en efecto, es muy fácil decir “ya no te amo” e irse con otra persona a conveniencia; el problema es: ¿Cuánto daño nos hacemos y hacemos por este tipo de actitudes infantiles en personas ya maduras? amar, no es sólo una necesidad de recibir, sino de dar, y nadie puede amar sin comprometerse. El matrimonio, necesita compromiso total. Piénsalo, y ve cuanto saldrás ganando, y cuánto arriesgas al no comprometerte e involucrarte.

Nº 8. Bonus track:

A) Dicen que el principal motivo de los fracasos matrimoniales es la falta de acoplamiento sexual... dicen, pero es una mentira: es cierto que lo sexual produce separaciones, pero es algo muy lejos de ser la causa principal. Las parejas que se aman, luchan y triunfan frente a alguna disfunción psicosomática; una buena relación sexual no hace al matrimonio, y una mala tampoco lo destruye... son las parejas sin amor profundo, las que aún cuando pudiesen acoplarse perfectamente en el aspecto físico, hacen del sexo un acto egoísta y detestable para terminar separándose, según ellos, por culpa del otro.

B) La verdadera razón de los fracasos maritales es mucho más sencilla y difícil de aceptar: a veces sólo recae en la costumbre de pensar mal del compañero y la falta de madurez para entender que el amor marital es algo que se aprende, con más esfuerzo y tenacidad del que se necesita, por ejemplo, para aprender a tocar guitarra. De ahí que necesita voluntad.

C) Las peleas por el poder  (autoridad de mando) y los desacuerdos sobre el dinero, son 2 importantes causas de rupturas entre parejas. Algunas preguntas de mayor conflicto que se plantean en un hogar son: ¿Quién dispone que se hará en un caso determinado?, ¿Quién manda?, ¿Quién sabe más?, ¿Por qué gastas el dinero?, ¿Cómo es posible que ganes tan poco?, ¿Te diste cuenta de “todos tus errores”?, ¿Del mal ejemplo a tus hijos?, ¿Por qué me contradices frente a los demás?... en definitiva: ¡Dinero y poder!

D) Un gran consejo: todos los matrimonios pierden ese amor apasionado y fuerte del noviazgo y van ganando indiferencia. Hay una forma para mantener al amor vivo. Cuando todo esté mal, acérquense a su pareja, trátela bien AUNQUE NO NAZCA (ilógico, pero muy certero: veamos porqué).

       Ser amoroso, aunque por dentro tenga deseos de “estrangular” la pareja tiene su ciencia: Imagina; llegas a casa malhumorado y con razones para sentir rabia, pero pasas eso, y saludas a tu esposa(o) cariñosamente, y ella (él) te trata muy bien. Aunque haya cuentas pendientes, el buen trato y el contacto físico permite saldar fácilmente, o minimizar el grado de enojo, o incluso no necesitar conflicto. ¿Para que perder lo más valioso para ganar lo menos importante?

       De haber un enojo terrible, no discuta de inmediato respecto a eso. La ira es una locura breve: hará decir cosas de las que después se arrepentirá. Sepárense por un tiempo para que la relación respire, y después: abrácense, bésense, hagan el amor y después hablarán del problema mucho mejor... ser cariñoso cuando no nace es útil y forma el carácter. OJO: No se trata de aparentar ante los demás un amor, sino a que lo aparenten en la intimidad, porque no se puede ser afectuoso por mucho tiempo sin recuperar el afecto... ¿Sí?

       “Las parejas inteligentes no actúan cariñosamente porque sienten amor, sino que sienten amor gracias a que se tratan cariñosamente.”

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